sábado, 29 de junio de 2013

RECONCILIACIÓN NACIONAL


FORMACIÓN CIUDADANA Y CÍVICA  5º SECUNDARIA
 
RECONCILIACIÓN NACIONAL

Mis saberes previos:
 ¿A qué llamamos reconciliación?
¿Consideras que en el Perú ya se produjo la reconciliación nacional?
 Informe sobre las actividades realizadas por la Comisión de la verdad y reconciliación y convocatoria al país
Cobertura de la CVR
La Comisión de la Verdad ha realizado un esfuerzo inédito para obtener un conocimiento exacto y minucioso del proceso de violencia. Hemos querido lograr no solamente una gran precisión en nuestras investigaciones. Al mismo tiempo, creemos que la presencia de la comisión en lugares históricamente olvidados constituye un acto de justicia y de reconocimiento.
Nuestros investigadores han cubierto prácticamente todo el territorio nacional afectado por la violencia. Hemos visitado, para tomar testimonios, 129 provincias, 509 distritos del país, que son los más afectados por la violencia, poniendo énfasis en las localidades más olvidadas y postergadas.
Las Principales Líneas de Acción
Las conclusiones y recomendaciones que la comisión hará al finalizar su mandato se basarán en un conocimiento de primera mano de los hechos. Para lograrlo, hemos desplegado nuestra organización en diversas líneas de trabajo, como se puede apreciar.
Nuestras líneas de trabajo se orientan a investigar la verdad, comprender los hechos que originaron la violencia, elaborar propuestas de reparación y de reformas para afrontar las consecuencias del proceso.
1. Audiencias públicas
2. Recojo de testimonios y base de datos
3. Análisis de crímenes y violaciones de los DD.HH.
4. Exhumaciones
5. Iniciativa sobre personas desaparecidas
6. Proceso nacional de la violencia
7. Historias regionales
8. Estudios en profundidad
9. Propuestas de política de Reparaciones
10. Propuesta de reformas institucionales
11. Perspectiva y experiencia de reconciliación
12. Proyecto fotográfico
 Reconciliación nacional: ¿ardid, quimera o posibilidad?
Prevención y resolución de conflictos
¿Es posible iniciar la construcción de un paradigma de desarrollo humano sustentable en sociedades traumatizadas por profundas heridas y divisiones heredadas de guerras y regímenes de violencia? La respuesta es positiva, aunque condicionada a que se alcance un nuevo pacto de convivencia para la reconciliación nacional, lo que supone, a su vez, un complejo proceso psicosocial y la puesta en vigor de disposiciones legales e institucionales dirigidas a alcanzar ese fin.
Las sociedades que han transitado por algún conflicto violento o han sufrido las consecuencias de un prolongado régimen autoritario o totalitario se enfrentan, justo al inicio de los procesos de paz y de cambios hacia la democracia, con un pesado fardo de violaciones de derechos humanos cuyas víctimas esperan justicia.
Pero a menudo ha sucedido que los procesos de cambio no han sido el resultado del derrumbe de esos regímenes frente a sus adversarios, ni la paz se ha impuesto porque la violencia terminase con la victoria aplastante de uno de los bandos en pugna sobre el otro.
En no escasas ocasiones el inicio de los procesos de paz y cambios democráticos ha sido el resultado de negociaciones entre las partes en conflicto quienes acordaron, como condición para poner fin a su enfrentamiento, la impunidad en favor de aquellos que habían cometido diferentes tipos de graves abusos y crímenes.
La lógica de priorizar los beneficios de la paz para el conjunto de la sociedad acelerando el cese del conflicto, no pocas veces ha tomado prioridad sobre la de satisfacer las legítimas demandas de justicia de aquel sector social que había sido victimizado. El razonamiento esencial --no necesariamente mal intencionado-- de quienes han aceptado esas condiciones es que, de no extenderse algunas garantías futuras hacia los verdugos, el conflicto podría prorrogarse de manera indefinida y generar aún más víctimas de las existentes hasta el momento de producirse las negociaciones. Era imprescindible alcanzar la paz, o al menos poner fin a la violencia, y llamar a la reconciliación. Ocurre a menudo que la mayor parte de la población en sociedades post conflicto o en vías de transición democrática está menos motivada por asistir a un prolongado juicio contra los verdugos del pasado que por recibir una inmediata respuesta a los apremiantes problemas del presente: empleo, comida, vivienda, entre otros.
Sin duda esta lógica encierra una verdad, pero incompleta. Así lo demuestra el resultado de los diferentes experimentos de reconciliación nacional impulsados en distintos países al cabo de años de haberse impuesto el cese de las hostilidades o de haberse iniciado una transición democrática. Los movimientos de derechos humanos y las asociaciones de víctimas – apoyados ahora en la globalización de los sistemas de justicia en lo que concierne a crímenes de lesa humanidad y violaciones del derecho internacional humanitario- han persistido en sus reclamos de justicia.
Todo parece indicar que el reclamo de verdad y justicia puede ser pospuesto pero no abandonado. La marea de demandas de paz puede sobrepasarlo en un momento dado, pero siempre retorna, como resaca inevitable, para recordarnos que hay cosas que no pueden borrarse de la memoria y hay daños que reclaman ser reparados.
Las reconciliaciones no se decretan. Es La sociedad quien debe facilitarlas de diversas maneras Aunque perdonar es potestad de las víctimas. El perdón no puede decretarse como las amnistías. Perdón y absolución legal no son equivalentes. Del mismo modo que amnistía no significa amnesia.
La reconciliación nunca puede fundarse sobre la base de la impunidad y el olvido. Ese camino puede conducir al reinicio del conflicto que se creía superado. Pero la reconciliación es tan necesaria como lo son la verdad, la memoria sobre lo ocurrido -para aprender las lecciones que de ello se derivan- y el ejercicio de múltiples fórmulas de justicia en favor de las víctimas. Conocer la verdad puede resultar perjudicial si luego se abandonan los procesos de justicia y reconciliación. En esos casos, limitarse a develar la verdad puede servir para atizar el rencor y el deseo de venganza de aquellos que esperaron justicia inútilmente.
Las sociedades que han pasado por procesos traumáticos como los mencionados requieren sanar sus heridas y aprender de su pasado, para no repetir los mismos errores en el futuro. Eso no es posible sin establecer con la mayor objetividad posible lo que realmente sucedió y sin comprender –que no significa aprobar- los motivos que llevaron a cada persona e institución a actuar del modo en que lo hicieron. Dejar pasar el tiempo puede ser útil en ciertas circunstancias para calmar los ánimos, pero no para cicatrizar heridas.

Un conjunto de mitos y falsas definiciones han contribuido a enturbiar el entendimiento acerca del significado y alcance de la reconciliación, por lo que se hace necesario puntualizar algunas clarificaciones sobre el tema:
ü  La reconciliación no puede ser el primer proceso que se convoque, ni puede ser decretada.
ü  Amnistía no es amnesia.
ü  Empatía no es simpatía.
ü  Para recibir perdón hay que pedirlo de manera clara y sincera a las víctimas, las únicas que pueden extenderlo.
ü  La solicitud de perdón de parte del victimario supone la inclusión de ciertos elementos, sin los cuales tal reclamo es apenas un cínico ardid para evitar las consecuencias de sus actos pasados en las nuevas circunstancias.
Actividades.
1.   ¿Cuáles son los antecedentes para llevar adelante la reconciliación nacional?
2.   ¿Qué sucede si la reconciliación se funda sobre la base de la impunidad y el olvido?
3.   ¿Consideras que será posible la reconciliación nacional?
4.   ¿Según tu opinión quien fue el vencedor y el perdedor?
5.   Quien merece ser perdonado y quien condenado ¿Por qué?
6.   ¿Por qué es importante la reconciliación nacional?

MEMORIA COLECTIVA

Lee el texto y responde las preguntas:

“La memoria es el discurso de la experiencia: debemos entenderla como un proceso individual y colectivo, que involucra a toda la sociedad y busca darle un sentido al pasado, enlazándolo con el presente y proyectándolo hacia el futuro. Un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad.

La memoria no es el pasado tal y como se escribe en los libros, es decir, su recuerdo congelado. La memoria está viva. Si el pasado pertenece a quienes lo han vivido, la memoria es universal; atañe a todos los hombres.

Por ello, y para que no vuelvan a repetirse hechos dolorosos, es necesario recordar y guardar en la memoria colectiva los sucesos de violencia vividos en el Perú. Debemos trabajar para sanar las heridas de la guerra que permanecen abiertas y contribuir a la construcción de una democracia auténtica y de una paz sólida en nuestro país. El recuerdo de los hechos de violencia experimentados durante la guerra, al ser compartidos por toda la sociedad, pone en el plano público lo vivido de manera privada, de tal forma que facilita los procesos de recuperación de las personas afectadas a través del reconocimiento, reinterpretación y resignificación del pasado. (…) El hecho de conocer la verdad está asociado a la necesidad de optar. Durante un tiempo, como país, preferimos no saber para así no optar frente a lo que estaba sucediendo. Es decir, evitemos tomar una posición frente a los hechos”.

Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Educando en la verdad y la justicia para la reconciliación.
Guía metodológica para la formación de docentes.

 
1.   ¿Qué significado tiene la memoria?
2.   ¿Cuál es la importancia del pasado en la vivencia del presente y en la construcción del futuro?
3.   ¿Por qué es importante saber la verdad de los hechos de violencia ocurridos en nuestro país?
4.   ¿Por qué el conocer la verdad se relaciona con la de optar?
5.   ¿Qué significa “un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad”

martes, 11 de junio de 2013

La cultura Chavín 4


Alumnos y alumnas de Primero de Secundaria observen estos vídeos. Se trata de un estudio relativamente reciente sobre la Cultura Chavín. Escribe qué te ha llamado la atención, qué te ha impresionado de lo que has percibido.

Cultura Chavín 3


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Cultura Chavín 2


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Cultura Chavín 1



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viernes, 7 de junio de 2013

Historia del Peru Para Niños 02 Conquista y Colonia


Alumnos(as) de Segundo de Secundaria de la Institución Educativa Parroquial "Nuestra Señora de las Mercedes" visualicen este vídeo, luego conversaremos al respecto en el aula.

Historia del Peru Para Niños 01 Peru Antiguo



Queridos alumnos(as) los invito a visualizar este vídeo, pues podrás consolidar los aprendizajes logrados en el aula. Me cuentas qué más has aprendido. Compartiremos conocimientos en el aula.
Saludos.
César Zapata.